Cansado de arrastrarme, decidí volver al árbol. Desde entonces salto de rama en rama para llegar dónde quiero y ni te cuento la de truños que me he ahorrado pisar.

Soy un simio reflexivo, poco más se puede hacer subido a un árbol todo el día, así que trato de andarme siempre en las alturas para tomar perspectiva. En ocasiones me descuelgo en algún tema, encuentro cosas que no quiero perder y no sé dónde dejar lo hallado. Para esas ocasiones me decido a montar este pequeño cajón desastre en el que guardar tanto trasto. 

El Simio que Suscribe