Desde hace tiempo veo en las
decisiones de la directiva de PODEMOS cierta relación con el modelo de impulso
del Frente Cívico, esto es algo que se aprecia especialmente en el anuncio de
lista cerrada y suscrita por el mismo Pablo Iglesias para la definición de un
primer modelo de estructura de partido.
Quede claro que el simio que
suscribe estas líneas fue muy crítico con la forma en la que Julio Anguita
formuló el proceso y que fue causa finalmente de la salida de muchos
compañeros, la propia y la disolución de la primera asamblea del FC constituida
en el estado. La excesiva dirección para una organización social de carácter democrático
fue suficiente como para acelerar una inercia de pérdida de confianza que
terminó por detener un proceso de extensión que hasta ese momento mantenía una
clara inercia de crecimiento en la que reconozco a PODEMOS.
Las actuales críticas a la
dirección de PODEMOS por la forma en la que se afronta la redacción del primer
modelo de estructura de la organización me invitan a considerar la posibilidad
de una repetición de los acontecimientos y específicamente en este marco,
aparentemente similar, quisiera expresar mi postura.
PODEMOS no es una estructura
social de carácter democrático, es un partido político impulsado por un grupo
reducido de personas que ha obtenido unos resultados electorales simplemente inimaginables.
En las pasadas elecciones no se dio apoyo a una estructura formada y
articulada, algo que aun no existe. En las pasadas elecciones se expresó la
confianza en unas personas para acometer un plan político confiable para el
conjunto.
Un partido político no puede
funcionar como una organización social, en las organizaciones sociales
expresamos nuestro yo colectivo, añadimos control al curso de nuestras vidas y
podemos equivocarnos. Pero con los partidos políticos controlamos el curso de
nuestra Historia y los errores no son permisibles.
Las personas que integran la
estructura de PODEMOS saben que entran a formar parte de un partido en proceso
de crecimiento orgánico, la confianza entregada a cualquier persona debe tener
límites pero este no puede situarse antes de conocer la formulación completa de
la propuesta cuyos epígrafes generaron tu confianza inicial.
Los poderes fácticos, la casta,
el 1%, …aquellas personas a las que no le importa hacer del mundo un lugar peor
están deseando meter la palanca en cualquier brecha, abrir distancias y dinamitar
un proceso demasiado joven para haber siquiera fallado.
Hay algo que debo confesar, no
confío en Pablo Iglesias, no lo necesito para formar parte de PODEMOS. Tampoco
es que desconfíe, me reconozco en su discurso pero no lo conozco y no tengo muchos argumentos para saber si
a largo plazo cumplirá con las exigentes expectativas que despierta. En quien
sí confío es el la gente que integra mi circulo de PODEMOS en la Rinconada. A
la mayoría los he visto toda la vida trabajando por el bien común, muchas veces
desde posiciones distintas pero siempre por objetivos comunes, en esa gente sí confío
y mucho. Confío en que saben comprometerse con una causa común, en que son personas
críticas tanto con la sociedad como con los movimientos a los que pertenecen.
Sé que son capaces de afrontar la construcción del presente colectivamente y que
como tales, tienen sobrada capacidad para encontrar acuerdo sobre una forma de
partido que satisfaga el grueso de nuestras expectativas. Pero para eso hace falta una forma mínima
sobre la que poder empezar a articularse y tiempo que permita la reflexión.
No pensemos que la estructura de
PODEMOS sea nunca un diseño perfecto ni lo esperemos del grupo promotor, si así
lo hacemos no dejaremos espacio al aprendizaje y perfeccionamiento. Dejemos
trabajar, esperemos resultados en la consideración de que no tienen siquiera
que gustarnos, pues todo es reparable si se cumple la única garantía real que
precisamos y la misma que en realidad pedimos a esta sociedad: Que el control último
sobre la forma del acuerdo y las decisiones, quede permanentemente en
nuestras manos para poder mejorarlo cuando lo acordemos.
Con esta premisa, dejemos también de
necesitar la confianza en un grupo concreto y comencemos a confiar en la capacidad
de la propia organización, de la gente que nos rodea, para encontrar el acuerdo
en la construcción colectiva del presente.
Las personas que integramos
PODEMOS tenemos ahora una misión, las Municipales deben ser la base sobre la
que se asiente la gran masa social de PODEMOS. Los Ayuntamientos son espacios de
proximidad desde el que poder impulsar una democracia cercana y directa, el
municipio es el espacio en el que vivimos, el espacio que nos toca ocupar si
queremos mejorar nuestras vidas. El empleo y la cohesión social no se crea en
el BOE, se crea en los pueblos y ciudades con planes de desarrollo de alto
impacto, innovadores, valientes y definidos en participación directa con la
ciudadanía. Tenemos mucho trabajo y muy poco tiempo, si aceptamos la
responsabilidad pongámonos en marcha.
El Simio que Suscribe…bajando de
su rama.
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