jueves, 15 de mayo de 2014

¿A quién votar?

En estos días, varias personas cercanas me han consultado sobre la que a mi juicio sería la más acertada opción de voto. Es esta un cuestión que hasta hace bien poco carecía tanto de complejidad -por lo limitado de las opciones electorales- como de importancia -porque siempre ganan los mismos- pero que ahora de repente, ante la aparición de multitud de propuestas políticas y hasta de corrientes, resulta que es hasta importante de responder.

Pues bien, como creo que soy lo suficientemente inconsciente como para ser valiente y estoy lo suficientemente despistado como para dar consejos, procedo sin dilación alguna a aconsejar sobre lo que tienen que hacer el próximo día de elecciones.

Parto de un prejuicio, si quisieras votar al bipartido no estarías leyendo estas líneas, no te estarías preguntando a quién votar y desde luego, no va a gustarte lo que sigue.  
Hay una pequeña serie de cuestiones a las que tenemos que atender para que la próxima cita sea un punto de inflexión en la historia democrática de este país y garantizar el éxito en tu elección…las numero que me pierdo.

1) No hay un voto adecuado, lo adecuado es votar.
Una vez que hemos decidido no votar al bipartido, la decisión es ya un acierto. Tu voto a cualquier otro partido hará más difícil que el bipartido alcance sus logros afectando tanto a sus opciones de escaño como a su financiación. Ellos creen tener seguros un porcentaje y entre todos se lo podemos minimizar. Esa es tu victoria, el día de las elecciones no vas a ganar en nombre de un partido, vas a votar porque esa es tu venganza personal e intransferible contra los que nos han conducido a esta situación, es el golpe que solo puedes asestar tú.   

2) El objetivo no es ganar, es demostrar que hemos cambiado de rumbo.
Hemos transitado por el camino de la democracia en sentido contrario durante demasiado tiempo y no vamos a ver la meta el primer día que decidamos regresar al buen sentido. Lo que habrá de presenciarse es el cambio de paisaje político, la confianza en tus representantes, tu participación, la identificación entre política y ciudadanía, la extensión de la ilusión y en definitiva, todo lo bueno que habrá de acontecer y que compondrá el presente que queremos. El próximo día no vas a ver gobernar al partido al que votas, vas a sembrar el futuro en el que quieres vivir.

3) Tu voto es muy importante. Es la sangre de la democracia, es la vida de los partidos.
Tu voto se traducirá en dinero real que ayudará a la diversidad de propuestas electorales en las próximas elecciones. Concretamente 1.08€ más un tanto en función del porcentaje total, vamos que si 190 personas no votan al bipartido un diputado pasa el año teniendo que pagarse el café de su bolsillo (cálculo a precios zapateriles). En serio, puede que el bipartido no los valore y precise fondos espurios, pero en estas elecciones hay partidos que se han organizado prácticamente sin apoyos económicos. Con el eurillo que obtendrán y con tu voto los pequeños partidos harán maravillas, llevarán tu voz y tus demandas allí donde tú no puedes, buscarán mantener el contacto permanente con el electorado y plantear soluciones reales a tus problemas, dirán a los culpables de todo lo que tú quieres decirles y aun no han escuchado de nadie. Si estás preguntándote por qué votar a una opción que no tienes muy claro aun si te convence, este podría ser un buen motivo: Nadie hará tanto por ti por un mísero eurillo y encima no tienes ni que dárselo, sólo tienes que pasarles “el bono” en forma de voto y después te gastas el euro en pipas si quieres (producción nacional por favor). De esta forma además, garantizas que en las próximas citas electorales estos partidos estarán presentes como opción para que puedas votarlos nuevamente o penalizarlos votando a otros.

4) Tu voto sólo te sirve a ti.
Tú no eres el hincha de un equipo…eres su estrella y si no te gratifican adecuadamente o no lo entienden así, te buscas otro que todos quieren ficharte y opciones ya no van a faltarte. La fidelidad es para la pareja, nunca para con la persona que te maneja las cuentas, son ellos los que deben sernos fieles adoradores porque sin ti no son nada. Te han pedido el voto para parar un meteorito que cae del cielo porque se va a liar parda y que si tal y pascual, así que los votamos y al final el meteorito cayó igual…ya lo sabes que si hace falta lo empujaban ellos, así que vota lo que te dé la gana y no les quites el ojo de encima.  

5) Vota despreocupadamente, así…con la muñeca relajada que no pasa nada si mañana te gusta más otro.
Está claro que no puedes saber si el partido al que elijes va a estar a la altura de tus expectativas, pero sí puedes controlar después si de verdad hace lo que dijo que haría o son de esos que te pone escusas del tipo “la vida es así, no la he inventado yo”…porque entre tú y yo, mereces algo mejor y lo sabes hace mucho. Que no te detenga la indecisión porque aquí no pasa nada…¡nada!

6) La promiscuidad democrática es saludable. No tengas nunca clara respuesta a la pregunta ¿de qué partido eres?.
No hagas de cada cita electoral una decisión vital o una especie de alineamiento intelectual con el universo, trata de no crearte relaciones personales con las organizaciones que no puedes controlar. Si no te involucras en la construcción de ese partido no utilices una elección puntual como perfecto momento dar respuesta a la engañifa pregunta. Tú no eres de ningún partido, eres de tu gente, de tu tierra, de tus querencias e ilusiones, de tus proyectos y  esperanzas, del potaje de tu madre…eres de cosas que no puedes permitirte perder cueste lo que cueste pero con los partidos ocurre justo lo contrario, no puedes permitirte conservarlos a cualquier precio.

En fin, después de esto comprenderás que tampoco tengo claro a quién votar, soy promiscuo en términos democráticos porque me lo puedo permitir con la esbelta figura de mi voto. Pero tengo claro que votaré despreocupadamente, sabiendo que lo haré a quien me valore porque aunque sea muy importante para el partido que lo reciba, aquí lo realmente importante es que yo pase por urna a cometer mi pequeña venganza por tanto daño causado y de paso, así como el que no quiere la cosa, comenzar el cambio.


Así que ya sabéis, nos vemos pronto, quedamos en la lista de Resultados Electorales.

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